La enmienda introducida al presupuesto de Defensa insta a la Casa Blanca investigar en profundidad lo que suceda en el gigante sudamericano cuando celebre elecciones presidenciales el próximo 2 de octubre
Congresistas estadounidenses introdujeron una enmienda en la NDAA —el presupuesto de defensa anual de EEUU— que insta al gobierno a investigar si las Fuerzas Armadas brasileñas van a interferir en las elecciones presidenciales que se celebrarán en Brasil el próximo 2 de octubre.
“Dentro de los 30 días siguientes a la promulgación de esta ley, el Secretario de Estado deberá presentar un informe al Congreso sobre todas las acciones realizadas por las Fuerzas Armadas de Brasil en relación con las elecciones presidenciales del país, previstas para octubre de 2022″, dice la enmienda 893.
La enmienda señala que se debe investigar: interferencia en el conteo de votos, manipulación para tratar de revertir el resultado y participación en campañas de desinformación para cuestionar el sistema electoral y los resultados a través de protestas, redes sociales u otros medios de comunicación, informó Folhapress.
Si las autoridades estadounidenses encuentran algunas de las irregularidades antes mencionadas, Brasil podría quedar quedar sujeto a la Sección 7008, que prevé el fin de la asistencia de seguridad de EEUU a países en los que haya un golpe de Estado o ataques militares a la democracia. Además, el gigante sudamericano podría poner en peligro su condición como aliado extra OTAN, reconocimiento que fue obtenido en 2019 gracias a la gestión del entonces presidente Donald Trump.
Esta condición de aliado extra OTAN beneficia a Brasil en la compra de equipos militares, los cuales los puede obtener a precio de costo. También en la obtención de ayuda para entrenamiento e investigación militar.
La enmienda fue introducida por los congresistas demócratas Albio Sires (Nueva Jersey), Joaquín Castro (Texas), Susan Wild (Pensilvania), Ilhan Omar (Minnessota), Hank Johnson (Georgia) y Tom Malinowski (Nueva Jersey). La propuesta de enmienda, igual que el presupuesto de defensa, por el Congreso de EEUU.
De acuerdo con los sondeos demoscópicos, Lula mantiene una amplia ventaja frente al presidente Jair Bolsonaro y hasta podría ganar las elecciones en primera vuelta. La última encuesta publicada por el Instituto Datafolha le otorga al candidato progresista un 47% de las intenciones de voto, frente al 28% que obtendría el capitán de la reserva del Ejército.
Por otra parte, el ex juez del Tribunal Supremo de Brasil Joaquim Barbosa puso en duda las palabras del ministro de Defensa, Paulo Sérgio Nogueira, sobre la presencia de las Fuerzas Armadas en las elecciones y le reclamó que permanezcan “quietecitas” porque “no hay espacio para ellas en el proceso electoral”.
En una serie de mensajes a través de su perfil de Twitter, Barbosa señaló que “insistir en esta agenda de presión temeraria y cínica sobre la Justicia Electoral” es “una clara actitud de lealtad a Jair Bolsonaro” y “muestra al mundo que Brasil avanza gradualmente hacia un golpe de Estado”.
Las palabras de Barbosa tienen lugar después de que el miércoles Nogueira señalara en una comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Diputados que las Fuerzas Armadas “estaban tranquilas en su rincón” hasta que las llamaron a participar en las elecciones que se celebrarán el 2 de octubre.
Nogueira señaló que no dudan de las urnas electrónicas, uno de los recelos mostrados de manera reiterada por el presidente Bolsonaro, y que solo acuden a la cita con “espíritu de colaboración” para “ayudar” al Tribunal Superior Electoral a “mejorar” todo el proceso.
“Esto se lo dije cara a cara al presidente y al vicepresidente del TSE, los jueces (Edson) Fachin y el juez Alexandre de Moraes desde un principio. Siempre estamos listos, en actitud colaborativa para mejorar el proceso”, dijo Nogueria.
Sin embargo, Barbosa ha pedido a las personas “con un mínimo de conocimiento sobre la trágica historia política de Brasil” que haga “un examen sereno y lúcido de las palabras” del ministro Nogueira, quien, ha recordado, forma parte “del primer escalón” de auxiliares del presidente Bolsonaro.
“Un aspecto importantísimo, que singulariza Brasil con el resto de las democracias, es que cuenta con una rama de la Justicia, independiente, concebida precisamente para sustraer el proceso electoral del control de los políticos y de los militares”, enfatizó Nogueira.