La Policía de la provincia realizó un allanamiento en el domicilio del acusado, donde se encontraron al menos 105 gramos de esa droga y utensilios de comida con restos de cannabis
La Policía de Córdoba detuvo al joven de 25 años que está acusado de haber llevado brownies con marihuana a su trabajo y haber intoxicado al menos a 10 compañeros de su oficina.
El Ministerio Público Fiscal de la provincia del centro del país informó que el joven de inicial M. fue detenido en el marco de un allanamiento en su domicilio, ubicado en la calle Javier Pons, en el barrio General Mosconi, al noroeste de la ciudad capital.
El hecho principal sucedió el último lunes a la mañana, cuando el joven había acudido a su trabajo, un call center de la compañía Konecta Argentina con unos brownies para compartir.
De acuerdo a una delegada de la empresa, era habitual que los lunes los empleados llevaran comida casera para compartir con el resto de su equipo de trabajo, pero precisamente este joven jamás había llevado comida en más de 10 años de la empresa.
Al cabo de unos minutos de haber ingerido porciones de esos brownies, algunos de los empleados del Call Center comenzaron a evidenciar síntomas de la intoxicación. “Algunos se reían, otros lloraban. Había dos ‘duros’”, fueron las palabras de un testigo recogidas por los medios locales.
“Las ambulancias tardaron como dos horas en llegar. Los compañeros ya habían pasado todo el proceso de una sustancia que después, al hacerse el análisis toxicológico, da que tenía cannabis”, expresó la delegada de la compañía Patricia Barrera, en declaraciones al canal El Doce.
El entonces sospechado, por su lado, había afirmado que había comprado la mezcla en un cotillón y que él sólo se había dedicado a prepararla. Aseguró no tener idea de lo que había ocurrido.
Así, el equipo de la Fiscalía de la Lucha contra el Narcotráfico ordenó un allanamiento en el domicilio del empleado sospechado y, una vez que el Equipo Táctico de la Fuerza Policial (EAT) ingresó al domicilio, se pudo encontrar no sólo al acusado sino que se hallaron al menos 105 gramos de marihuana dentro de la casa.
El MPF informó que al momento de la entrada de los agentes a la casa, el acusado estaba intentando de deshacerse de la marihuana, arrojándola a las cañerías a través de su inodoro.
Además, se informó que durante el procedimiento se encontraron restos de cannabis en utensilios de cocina, que se sospecha que eran utilizados para el fraccionamiento de la droga y para realizar la cocción del postre dulce adulterado.
El joven, por ende, quedó detenido de inmediato y fue trasladado a una sede judicial, debido a una supuesta infracción a la Ley Nacional de Estupefacientes. En los próximos días tendrá que justificar la cantidad de marihuana hallada en su domicilio y aclarar sobre la cocción de los conocidos popularmente como “brownies locos”.
El hecho causó un escándalo dentro de la propia empresa de call center. De manera inmediata, las autoridades de la empresa despidieron al empleado y hasta emitieron un comunicado oficial sobre lo ocurrido.
“En horas del mediodía, un total de siete colaboradores manifestaron malestar luego de ingerir un alimento compartido por un compañero. Por este motivo, fueron atendidos por especialistas médicos de acuerdo con el protocolo de higiene y seguridad de la compañía, encontrándose todos en estable estado de salud.
Personal especializado de la empresa monitorea la evolución de los casos y se encuentra a su disposición para contribuir con su pronta recuperación.
Es importante destacar, que Konecta Argentina cuenta con el servicio de expendio de alimentos dentro de las oficinas, sólo a través de máquinas expendedoras reguladas por ley. Sin embargo, el ingreso de alimentos propios es una práctica habitual de los colaboradores.
Actualmente, Konecta se encuentra analizando el hecho, y en el caso de detectarse alguna irregularidad, se procederá con la correspondiente denuncia ante la Justicia”, rezaba el comunicado.
Al menos tres ambulancias se tuvieron que hacer presentes en la sede de la empresa, en Galería San Martín, y más de diez empleados tuvieron que ser atendidos por profesionales. El caso más serio, sin alcanzar gravedad alguna, fue el de una empleada de la empresa que debió permanecer internada en un sanatorio privado hasta las 23 horas del mismo día.