Sucedió en la puerta del Instituto Benito González. Los padres intentaron ingresar por la fuerza mientras exigían explicaciones, tras lo cual se incrementó la presencia policial. Hubo empujones, golpes, piedrazos y balas de goma
La puerta de un colegio de la localidad de Bernal, partido de Quilmes, fue escenario de enfrentamientos entre efectivos de la Policía Bonaerense y un grupo de padres que exigían explicaciones a las autoridades del instituto educativo luego de que se conociera una denuncia de abuso a una menor de 9 de años dentro establecimiento. También reclamaban la detención del acusado.
Los disturbios sucedieron esta tarde en el ingreso al Instituto Benito González, ubicado en la esquina de las calles Viejo Bueno y Misiones. Al momento en que algunos mayores se presentaron para retirar a sus hijos, otros se acercaron para reclamar ser atendidos luego de enterarse de la denuncia, radicada ayer en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Quilmes. Pero nadie los atendió. Según señalaron ellos mismos, el acusado es familiar de un directivo de la escuela y en ese momento se encontraba en el interior.
En ese contexto, los padres quisieron ingresar por la fuerza pateando la puerta para derribarla. Así, empezaron los empujones y forcejeos con algunos policías apostados en el lugar.
Una mujer que aguardaba la salida de su hija filmó el tenso momento. En el video se la escucha pedir calma porque había alumnos en el colegio. “A los chicos no les vamos a hacer nada. Están en el aula”, le dijo un hombre, ante lo cual la madre le respondió: “Pero igual escuchan y se asustan. Hay que respetarlos”.
Desencajados, las decenas de padres en el lugar también exigían que el acusado fuera sacado bajo arresto del establecimiento educativo por la fuerza pública y sea trasladado a la Comisaría. La tensión escaló en los minutos siguientes y tras el arribo de uniformados del Grupo UTOI y del Comando de Patrullas de Quilmes, y de efectivos de la Gendarmería Nacional, se desataron los incidentes.
Hubo gritos, insultos y golpes. Los padres arrojaron piedras y durante los incidentes algunos vandalizaron un automóvil gris señalado como propiedad del acusado. Los policías respondieron las agresiones con balas de goma. “Empezaron a tirar balas de goma sin importarles que había menores que salían de la escuela”, reprochó uno de los involucrados. Como consecuencia del altercado, algunas personas resultaron heridas y debieron ser asistidas por personal del SAME.
De acuerdo a fuentes policiales, los hechos iniciaron a partir de la denuncia radicada por la madre de la víctima, que relató que su hija le mencionó que “sentía dolores en sus partes íntimas” por lo cual se comunicó con las autoridades escolares. La respuesta de los directivos del colegio, siempre según las fuentes, fue recomendarle que no radicara una denuncia hasta que ellos realicen sus investigaciones.
Luego, la madre fue hasta la Comisaría de la Mujer y, en una entrevista con el equipo de guardia de la Niñez de Quilmes, la niña aportó rasgos físicos del agresor. Posteriormente, tras acudir a la vicedirectora del establecimiento educativo, se estableció que “dichos rasgos pertenecerían a dos masculinos hermanos que trabajan en el lugar”. Las fuentes indicaron que desde la institución “se negaron a aportar datos personales de los mismos”.
En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucción Nº 8, a cargo del fiscal Alejandro Ruggeri. Para hoy se aguardaba el reconocimiento médico legal.