Con la finalidad de que las personas no saquen sus carteras voluminosas y tengan el riesgo de perderlas en cualquier momento, ya se podrá pagar al pasar la mano encima del dispositivo de cobro
“El futuro es ahora”, señala una compañía que implanta chips de forma segura en la mano de las personas para que estas puedan pagar sus servicios sin necesidad de usar dinero en efectivo, tarjetas o teléfonos inteligentes. Solo basta con pasar la mano encima de un lector para que se procese una transacción.
Se trata de Walletmor, una empresa que ha implementado la tecnología NFC (Near-Field Communication), de conexión de proximidad, un sistema que usan dispositivos inteligentes para para hacer pagos en sitios autorizados. Actualmente ya está funcionando en Reino Unido, Austria, Bélgica, Estonia, Gracia, Irlanda, Italia, España, Polonia, Francia, Alemania, Dinamarca, entre otros países, no obstante, es requisito ser residente permanente en uno de esos países.
Desde hace varios años se venía proyectando la posibilidad de realizar compras sin necesidad de sacar la cartera. Con la pandemia por COVID-19 esta oportunidad se expandió a través de códigos QR con los que se podían realizar transacciones seguras desde el teléfono móvil.
Aunque para muchos pagar con aplicaciones, códigos QR y hasta relojes inteligentes es muy avanzado, hay quienes opinan que ya son cosa del pasado, y que el futuro se encuentra en métodos más simples y sin contacto como lo son los implantes en la mano.
En ese sentido, al menos 4 mil personas en Reino Unido ya se han implantado su chip de pago, debido a la facilidad que prometen, pero además, porque aseguran ser completamente seguras para el cuerpo y contra ciberataques, ya que “cada transacción hecha con un implante es igual de segura que cualquier otra transacción realizada con una tarjeta bancaria”.
La tecnología usada fue desarrollada en la década de los 90 y la implantación de chips se ha hecho en animales desde hace varios años. Sin embargo, en fechas recientes se está usando a gran escala en personas con el objetivo de sustituir los monederos y carteras voluminosas.
Para comenzar a usar el chip, que tiene el tamaño de una lenteja, se debe de bajar la aplicación iCard en el dispositivo móvil y abrir una cuenta digital que funciona en la Unión Europea para vincularla al implante.
Posteriormente se debe activar el implante ingresando un código único. Luego de eso aparecerá el dinero del banco disponible en el chip y se podrá comenzar a usar en los establecimientos que tienen la lectura de tecnología NFC como método de pago. Para ponerse uno de estos chips solo es necesario hacer una cita con un especialista local.
Dicho chip NFC es similar al disco duro de una computadora, ya que almacena y cifra datos, además no necesita de tener una batería o poder de carga. En este caso, recopila información relacionada a la cuenta bancaria, la cual, supuestamente es imposible de piratear.
Aunque parezca algo extraordinario, sacado de una película de ciencia ficción, no es una tecnología tan complicada. El chip, como se dijo, está hecho con polímeros compatibles con el organismo; están respaldados con la experiencia de los implantes en animales.
Asimismo, la tecnología sin contacto ya se ha utilizado en otros dispositivos. Lo único que requiere es que haya una corta distancia entre el chip y el receptor del cobro. Se pueden hacer los pagos sin riesgo de que sean hackeadas las transacciones. Adicionalmente el implante no viola los principios básicos de privacidad y tampoco brinda localización GPS del usuario en ningún momento.