El clan integrado por tres hermanos menores de edad quedó en la mira por el crimen de Geraldine Mora Gómez, de un año y medio.
En Rosario, chicos matan a chicos. Las estadísticas oficiales marcan que en lo que va de 2021 fueron asesinados quince menores de edad, en un semestre récord de casi 130 crímenes violentos. Tres de ellos fueron bebés. La última en la lista fue Geraldine Mora Gómez, muerta a tiros el lunes por la noche en Villa Gobernador Gálvez, una víctima tal vez accidental de un ataque claramente dirigido a su familia.
Los sospechosos de matarla son una banda de adolescentes, chicos con DNI número 53 millones, sicarios, pistoleros por encargo, aseguran fuentes en los organismos de seguridad. “Los Picudos”, se hacen llamar, como los Peaky Blinders de la ficción de Netflix, en medio de la marginalidad de la periferia de una de las jurisdicciones más violentas de la Argentina. De acuerdo a varias investigaciones por balaceras y crímenes, serían la mano de obra barata de una subestructura de Los Monos.
Según datos que se desprenden de investigaciones provinciales a los que accedió Infobae, la presunta banda opera en Villa Gobernador Gálvez, donde fue asesinada Geraldine, y en los barrios Tablada y La Granada de Rosario. Algunos de los miembros incluso se jactan de las armas que manipulan con historias de Instagram o estados de WhatsApp. “Yo no me regalo ni me fio, menos con ustedes que son hijos míos”, publicó uno de ellos en Instagram. Todos ellos ya fueron detenidos en varias ocasiones por muertes violentas.
Al menos uno es inimputable: tiene 14 años.
Hay un miembro principal. Gonzalo Raúl Gorosito, mayor de edad, es el “Picudo” mismo, quien le da el nombre al clan. Se encuentra en la cárcel de Piñero tras haber sido condenado en un juicio abreviado en febrero del año pasado por haber matado a tiros a Gabriel Ledesma, de 22 años, en diciembre de 2019 en Villa Gobernador Gálvez. Según sostuvieron investigadores policiales, su madre y su padre también están alojados en una prisión.
Los otros “Picudos”, menores de edad, H., alias “Toto”, de 17 años y F., alias “Gatito”, de 14, fueron aprehendidos en dos casos resonantes: el crimen de Agustín “Chupadedos” en Villa Gobernador Gálvez de principios de este mes, y una balacera ocurrida en la zona sur de Rosario en la que resultó gravemente Gabriel Sanabria, un agente de la Brigada Motorizada, que todavía permanece internado en estado crítico.
“Los más chicos son más zarpados que el mayor”, aseveró un investigador judicial de la unidad fiscal de Homicidios de Rosario.
H. está preso desde el 27 de mayo pasado, cuando lo arrestaron en Hungría y Ayacucho, en la zona sur de Rosario, después del ataque al policía en Arijón al 400. Fue indagado y está alojado en una cárcel de menores, a disposición del Juzgado de Menores N° 3.
Una huella dactilar de “Toto”, de acuerdo a la investigación que lleva adelante la fiscal de Homicidios Dolosos Gisela Paolicelli, fue levantada del Peugeot 206 desde el que dispararon contra Sanabria.
“Gatito”, su hermano, fue aprehendido el martes pasado en Villa Gobernador Gálvez luego de haber sido señalado como el presunto autor del crimen de Agustín Martínez a la salida de una fiesta. Horas después fue entregado a sus familiares, dada su edad.
A ambos adolescentes, hermanos entre sí, se les suma un tercero, alias “Gato”, que también está detenido por disposición de la Justicia de Menores por el ataque al policía motorizado a finales de mayo.
Un investigador del Ministerio Público de la Acusación indicó que en algunas investigaciones en curso, “Los Picudos” aparecen como una pequeña organización que supuestamente trabaja para la presunta célula liderada por Héctor Daniel Noguera, alias “El Gordo Dany”, que está preso por un crímen y extorsiones y es para varios fiscales en Villa Gobernador Gálvez la mano derecha de Leandro “Pollo” Vinardi, condenado como miembro de Los Monos.
“Son muy atrevidos, no son punibles y son mano de obra barata, fácil de manejar. La violencia desmedida va en razón de eso. Ni saben manipular un arma, ni hacer inteligencia. Por eso tenemos en sus hechos la carnicería que tenemos”, concluyó un policía que trabaja en la causa.
Por los hechos de violencia en los que se encuentran mencionados, se prevé para las próximas horas un encuentro en Rosario entre funcionarios judiciales y policiales para abordar el caso.