Con el apoyo de los senadores de los monobloques, el oficialismo se impuso en el Senado y aprobó el proyecto que establece el cobro, en dólares, a los que fugaron divisas y no la declararon. Crea la figura del arrepentido. Cruces con la oposición sobre la responsabilidad de la deuda
Casi ocho horas más tarde de iniciada la sesión y varias discusiones entre el oficialismo y la oposición que incluyó una disputa por un lugar en el recinto y denuncias de acoso, el interbloque del Frente de Todos se impuso y logró darle media sanción al proyecto de ley por el que se crea el Fondo Nacional para la Cancelación de la Deuda con el Fondo Monetario Internacional. O, como lo denominaron los legisladores de Juntos por el Cambio, la ley de blanqueo, en referencia al ex secretario de Néstor Kirchner quien amasó una fortuna superior a los 30 millones de dólares.
La iniciativa, que lleva la firma de los senadores José Mayans, Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti, propone crear un “Fondo Nacional para la Cancelación de la deuda con el FMI”. Los alcanzados por este aporte deberán abonar, en dólares, el equivalente al 20% de esos activos fugados sin declarar si lo hacen durante los primeros 6 meses de vigencia de la ley propuesta y un 35% en caso de hacerlo con posterioridad.
Luego de varias hora de debate en donde los senadores del interbloque del Frente de Todos defendieron la medida y le apuntaron al endeudamiento tomado por Mauricio Macri y los de Juntos por el Cambio se mostraron en contra señalando que era un blanqueo encubierto, la votación final terminó dándoles media sanción por 37 votos favorables contra 31 en contra.
El debate transcurrió con cierta tranquilidad y se vivieron muy pocos cruces entre los legisladores. Como miembro informante del FdT, el senador Daniel Bensusán (La Pampa) argumentó que no es cierto que se trate de “un blanqueo” sino que “implica evitar que los contribuyentes paguen la millonaria deuda” contraída y que “la paguen y hagan aportes quienes se beneficiaron” con la fuga de capitales.
El legislador describió la “crítica situación” en que quedó el país tras “el mayor crédito otorgado en la historia del organismo (por el FMI) en condiciones -dijo- imposibles de cumplir a la Argentina”. Añadió que eso fondos “no fueron destinados ni un solo peso a salud, educación ni a la inversión o la industria” y aclaró que la norma “no exime de responsabilidades por contrabando, narcotráfico o trata de personas ni limita actuales facultades del Estado para investigar y sancionar conductas”.
Para Bensusán, el endeudamiento dejado por la gestión del gobierno anterior de Mauricio Macri “ha perjudicado nuestra soberanía y nuestra independencia económica”.
En representación de la oposición, Víctor Zimmermann (Chaco-JxC) expresó que “evitar la evasión y mejorar la recaudación es un objetivo compartido” pero aclaró que el actual proyecto se superpone con normas que ya rigen y que perjudican esos objetivos. ”Permanentemente se posibilita una regularización impositiva en Argentina que permita salvar la conducta de evasor de muchos de los contribuyentes decepcionando a aquellos para pagamos nuestros impuestos”, sostuvo y dijo que “es absolutamente innecesario impulsar una ley de estas características”.
Uno de los discursos que generó más comentarios fue el del senador radical Martín Lousteau. El legislador de UCR Evolución dijo que “los que incumplieron con la ley argentina e impidieron que el Estado tenga esos fondos y pueda llevar adelante sus política les regalan un blanqueo”, al tiempo que advirtió “no le cambia un ápice la vida a la gente”.
“Dicen ustedes que la deuda no la pague el pueblo sino quienes se beneficiaron, pero la verdad es que quienes no pagaron impuestos se beneficiaron, los que la tienen afuera y los que la tienen acá”, sostuvo y se preguntó “¿Por qué los vamos a premiar?, porque les damos un blanqueo si lo que queremos es que paguen”. Continuó “Acá no están pagando nada, se están volviendo a beneficiar”.
“Este proyecto se presenta como la creación de un fondo para pagarle al FMI con la plata de los que se fugaron pero esto es un blanqueo”, sostuvo y añadió “este proyecto no tiene que ver con la fuga, tiene que ver con los que tienen fondos en el exterior no declarados”.
“Ya se ha demostrado hasta el hartazgo que este gobierno se endeuda como nadie y además hoy se conoció el índice de inflación y es el mayor de los últimos 30 años”, dijo Lousteau y agregó “no parece un buen día para que el miembro informante del oficialismo hable de políticas desacertadas”.
El senador radical dijo “esto es una burla contra todos los que cumplimos y pagamos los impuestos y además va en contra de lo firmado con el FMI”.
El senador Parrilli, uno de los autores del proyecto, primero dijo que “algunos no nos van a acompañar porque tienen dudas y otros porque defienden evasores”. Luego señaló que, aquellos que dicen que “es un proyecto de una parte del bloque están equivocados. Desde Alberto Fernández para abajo, no queremos que nos gobierno el FMI, nunca quisimos”.
“Si no empezamos a pensar las soluciones en el 2023, gobierne quien gobierne, el país va a explotar porque no vamos a poder pagarle al Fondo”, cerró Parrilli.
Por su parte, la senador Juliana Di Tullio -quien solo tuvo 10 minutos porque compartió tiempo con Parrilli que se extendió- hizo referencia a que formó parte del momento en que se le pagó al Fondo “me imaginé que habíamos aprendido que no había que ir a ese acreedor porque te quita la libertad, me cuesta mucho entender cómo volvieron a pedirle a ese acreedor después de haber recibido un país absolutamente desendeudado como dijo el ex ministro Dujovne”.
“No hicieron ni un cordón-cuneta de los 45.000 millones de dólares que entraron. A mie me extraña esta retórica, ustedes saben que el Ejecutivo apoyó este proyecto así que dejen de decir que esto es parte de una interna”, dijo la senadora.
“Este proyecto se ha construido desde la demanda popular, nadie quiere pagar la deuda que tomo Mauricio Macri. La oposición debería estar junto a nosotros para generar una herramienta efectiva y poder juntar las divisas necesarias”, finalizó Di Tullio.
Entre los cierres de cada uno de los bloques, Luis Naidenoff por el radicalismo, tuvo primero un ida y vuelta con Parrilli y luego señaló que “este proyecto de ley es relato, es retórica, y se tienen que apegar al relato porque no pueden exhibir nada. Pero algo sí puede exhibir este gobierno: es la falta de rumbo, ausencia de conducción, fracturas internas”.
Por el interbloque el encargado fue Alfredo Cornejo, quien reafirmó la idea que la norma es un blanqueo “porque perdona impuestos a gente que no los pagó, pero, además, los cinco requisitos del derecho tributario se cumplen en esta ley: fija la base imponible, tiene alícuota, tiene un hecho imponible, un sujeto activo y un sujeto pasivo”.
Finalmente, el último discurso estuvo a cargo del presidente del interbloque del Frente de Todos, José Mayans, quien luego de hacer un recorrido sobre los números de la economía de la gestión de Cambiemos, señaló que “un endeudamiento de casi el 90% del PBI no se arregla con discursos. Ningún país aguanta esa política de especulación y usura. Este proyecto puede tener errores, pero la deuda no va a ser pagada por quienes no deben”.
El proyecto
La iniciativa, que fue presentada por José Mayans, Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti, propone crear un “Fondo Nacional para la Cancelación de la deuda con el FMI”. Los alcanzados por este aporte deberán abonar, en dólares, el equivalente al 20% de esos activos fugados sin declarar si lo hacen durante los primeros 6 meses de vigencia de la ley propuesta y un 35% en caso de hacerlo con posterioridad.
Crea la figura del “colaborador” que refiere a personas físicas o entidades bancarias que faciliten el hallazgo de bienes no declarados. También se promueve la reforma de la ley de Entidades Financieras en materia de secreto bancario, bursátil y fiscal. Para el colaborador se establece en 500.000 dólares el monto mínimo para denunciar y la recompensa queda fijada en 30% en dólares y no está sujeto a Ganancias. Además, y previendo que puede haber denuncias falsas con la intención de perjudicar, en el texto quedó establecido que aquel que brinde información falsa con la intención de difamar estaría cometiendo un delito.
Otro ítem clave es el que se refiere a al rol de los bancos, muchas veces señalados como un eslabón más de la cadena de fuga de divisas. El texto que se discutirá esta tarde en el recinto establece que “los bancos son los agentes recaudadores”. Asimismo, si son bancos que están en otras jurisdicciones que no colaboran, se le permitirá que la AFIP “le pueda pedir al Banco Central para que actúe sobre la filial local de esos bancos y se le apliquen las sanciones que prevé la ley, incluso hasta la revocación del permiso para operar”.
Asimismo, queda establecido que el proyecto de ley releva del deber de confidencialidad “a los bancos, pero no a los contadores y escribanos, ya que estas personas no pueden ser colaboradores”.
Los impulsores del proyecto estiman que se puede llegar a recaudar más de 20 mil millones de dólares, y no es menor que los montos deban ser abonados en dólares ya que se busca que retornen al país para el pago de los 44 mil millones de deuda que tomó el gobierno de Mauricio Macri en 2018. La duración de esta ley, de aprobarse, sería hasta recaudar la misma cifra que se le adeuda al FMI.