La empresa de manejo de residuos usaba el código “alfajores” para hablar de los sobornos para conseguir contratos en el país.
La empresa de manejo de residuos Stericycle acordó el pago de más de US$ 84 millones para resolver cargos civiles y penales a las autoridades de Estados Unidos y de Brasil, por sobornos realizados en la Argentina, Brasil y México.
De ese monto, US$ 28,2 millones serán para la Securities & Exchange Commission (SEC), el organismo regulador del mercado de capitales de Estados Unidos.
La firma norteamericana, con base en Illinois, es acusada de violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por sus siglas en inglés) a partir de esquemas de soborno que tuvieron lugar en esos tres países.
Hay una resolución del Departamento de Justicia y otra de la SEC. En el primer caso, para cubrir los cargos criminales, la compañía deberá pagar US$ 52,5 millones.
El Departamento acordó acreditar hasta un tercio de esa sanción penal contra las multas que la empresa pagará a las autoridades de Brasil en procesos relacionados con esas mismas coimas, incluido un monto de aproximadamente US$ 9,3 millones para resolver las investigaciones de la Procuración de Brasil.
La orden de la SEC determina que Stericycle, un proveedor líder de gestión de desechos médicos y otros servicios, con operación en 16 países, pagó millones de dólares en sobornos para obtener y mantener negocios de clientes gubernamentales en Argentina, Brasil y México desde al menos 2012 hasta 2016.
Según el organismo, el personal de Stericycle guardó y envió por correo electrónico hojas de cálculo que identificaban a los clientes del gobierno que recibieron sobornos.
En esos mails “se hacía referencia a los sobornos con nombres en clave, como ‘alfa’, abreviatura de alfajores, una golosina popular en Argentina”, asegura la SEC en un comunicado. También usaban el eufemismo IP o incentive payments o pagos de incentivo.
El esquema también incluyó a proveedores externos falsos que usaron facturas apócrifas para ocultar pagos en efectivo a clientes de los gobiernos.
Entre las acusaciones también se incluye que Stericycle no tuvo los controles internos suficientes, como un departamento centralizado de compliance, para prevenir o incluso detectar las malas conductas, y no implementó sus políticas o procedimientos de la FCPA antes de 2016.
“Stericycle se expandió rápidamente en América Latina sin ninguna supervisión o medidas de compliance, como lo demuestran los esquemas de soborno generalizados que duraron muchos años en la mayoría de sus operaciones en América Latina”, dijo Eric I. Bustillo, director de la Oficina Regional de la SEC en Miami. “Las empresas que buscan una expansión global no pueden ignorar la necesidad de controles apropiados”.
Stericycle aceptó que violó las disposiciones contra el soborno, registros y controles contables internos previstos en la FCPA, y acordó pagar aproximadamente US$ 28,2 millones en intereses.
La orden de la SEC prevé una compensación de hasta aproximadamente US$ 4,2 millones de cualquier devolución pagada a las autoridades brasileñas. Por lo tanto, el pago mínimo de la empresa a la SEC sería de aproximadamente US$ 24 millones. Stericycle también debe mantener un monitor corporativo independiente durante dos años, seguido de un año de reportes.
Cómo eran las coimas en la Argentina
En el documento del Departamento de Justicia sostiene que entre 2011 y 2016, Stericycle, a través de algunos de sus empleados y agentes, a sabiendas y deliberadamente conspiró y acordó con otros para ofrecer y pagar corruptamente sobornos a funcionarios en Argentina.
Las coimas buscaban obtener ventajas indebidas con el fin de conseguir y retener negocios de gestión de residuos y para obtener la autorización o liberación prioritaria de los pagos adeudados en esos contratos.
“Stericycle obtuvo al menos US$ 4,4 millones en ganancias de contratos obtenidos y retenidos de manera corrupta con el gobierno argentino“, sostiene el documento del Departamento de Justicia.
Los pagos de sobornos a funcionarios del gobierno argentino se realizaron con el conocimiento, autorización y bajo la dirección de ejecutivos de Stericycle Latinoamérica y Argentina.
Por ejemplo, alrededor del 11 de enero de 2011, un ejecutivo de América latina envió un correo electrónico a otro con una hoja de cálculo con los principales 20 gastos generales, por ventas y administrativos.
En ese correo electrónico, el directivo escribió que la hoja de cálculo incluía comparaciones de las cifras de gastos “con y sin ‘PI’ (incentive payments)”, y desglosaba los montos de estos pagos de incentivos por jurisdicción, incluidos México, Brasil y Argentina.
Las coimas eran pagadas por los empleados de ventas de Stericycle Argentina en efectivo. Cuando era necesario pagar un soborno, ese empleado enviaba por correo electrónico una estimación del desembolso, que normalmente era un porcentaje del valor del contrato.
Tras la aprobación del pago, el empleado de ventas obtenía el efectivo de la oficina de Stericycle Argentina en Buenos Aires y posteriormente entregaba el pago del soborno al funcionario.
Un Diego
“Por ejemplo, alrededor del 27 de septiembre de 2012, dos empleados de ventas de Stericycle Argentina enviaron un correo electrónico sobre un soborno a un funcionario argentino. El soborno representó el 10% del pago del contrato de un ministerio de salud regional por los servicios de recolección de residuos, que ascendía a un total de 213.000 pesos (aproximadamente US$ 45.610)”, dice el texto del Departamento de Justicia.
El 28 de septiembre de 2012, uno de los empleados de ventas de Stericycle Argentina entregó el pago del soborno por un monto de 21.300 pesos (aproximadamente US$ 4.560), en efectivo, al funcionario argentino.
“Los empleados de Stericycle Argentina utilizaron las palabras ‘alfa’ y ‘alfajores’ como códigos para referirse a los pagos de sobornos”, agrega el documento.
“Por ejemplo, el 30 de mayo de 2013 o alrededor de esa fecha, dos empleados de ventas de Stericycle Argentina intercambiaron un correo electrónico sobre pagos pendientes de un ministerio de salud regional argentino, escribiendo: ‘Debo decirles que cuando hablé sobre este tema, me recordaron que los alfajores del último pago están pendientes, por eso les prometí que si nos dan los cheques el lunes 17 o el martes 18 estaría trayendo eso más los cheques”.
En otro ejemplo, el organismo estadounidense dice que el 2 de septiembre de 2013, uno de los empleados de ventas envió por correo a su colega con el asunto “Alfa D del último pago de $ 257.730 cancelado el 30 de agosto”.
Aproximadamente el 1 de diciembre de 2014, uno de los empleados de ventas de Stericycle Argentina escribió desde una dirección de correo electrónico personal a las direcciones de correo personales de ejecutivos de la empresa respecto a los saldos adeudados por un ministerio de salud regional, afirmando: “También quiero recordarles que todavía debemos los alfas por todo el último arreglo, tener esto actualizado ayuda mucho cuando es hora de aplicar presión”.
Ejecutivos de la empresa también mantuvieron registros financieros que rastreaban los pagos e incluían referencias a “alfa” y “Comisiones de PI”, la misma palabra clave utilizada en relación con los sobornos pagados por Stericycle en México.